Por su serie “Los frustrados”, publicada entre 1975 y 1980, Roland Barthes dijo de ella que era “el mejor sociólogo francés”. Esta es ella fotografiada en su estudio, más o menos en aquella época.
Historietista, editora, co-fundadora de la mítica revista de comics L´Echo des savanes, colaboradora de Goscinny (el creador de Asterix, el pequeño Nicolas y el injustamente olvidado vizir Iznogud), Claire Bretécher es un fenómeno de masas, más o menos desde los setenta hasta hoy. Su nombre es historia del humor gráfico.
Después de los emblemáticos “Los frustrados” (snobs de la izquierda exquisita, cultos, aburridos, enfermos de spleen, muy contemporáneos), su personaje más popular, que ha hecho morir de risa a un par de generaciones, es la odiosa y fabulosa Agrippine (aquí a la izquierda; y abajo en formato página), una joven moderna del siglo XXI que vive con su hermano rarito y sus simpáticos padres en un bonito apartamento burgués (atención a sus estilismos). Con Agrippine, que por razones generacionales obvias es mi favorita, la Bretécher demuestra que sigue captando el patetismo de su tiempo igual de bien que hace treinta años.
Este es un fragmento de “Agripina está confusa” de 2009 (editada en español por Norma editorial). Pincha en la imagen para verla en grande. (y recuerda: en las bibliotecas públicas también hay cómics).