

Photos: by Nada Zgank.
Photos: by Nada Zgank.
Del 9 al 17 de octubre estuve blogeando desde el Festival Internacional de Arte City of Women de Ljubljana, como coordinadora de la sección online del festival Coweb.
Estos son los textos publicados en la web de City of Women:
¿Por qué las mujeres son como los pollos y los pollos como las mujeres? Adivina. Desde su creación en 1997 el colectivo ciberfeminista SubRosa explora la relación entre biotecnología, feminismo y capital global. Un territorio complejo y desconocido que los miembros actuales del grupo, Faith Wilding and Hyla Willis, abordan a través de una conferencia y una performance (a)científica de varias horas de duración. [More]
The Advanced Realities of housing and free culture. A lecture-performance by Conservas. In “Advanced Realities” theater company Conservas presents the housing and the free culture movements in Barcelona through the screening of some of their videos, a multimedia questionnaire and an open discussion. Like in real democracies, the audience can participate. We vote by using a set of colored cards and the results are quickly screened in front of us. As they say: One spectator, one vote. [More]
Someone is watching: Sanne Van Rijn’s “Morphotope”.
The 14th City of Women Festival opened yesterday with the performance “Morphotope” by Dutch director Sanne Van Rijn. A clever combination of improvisation, risk and humor that breaks the boundaries of theater and contemporary dance by stressing the very essence of live art: the part of the audience and the experience.
[More]
“Animal’s Heaven” by Isabelle Krieg and Marianne Engel.
“Animal’s Heaven” can be seen as a natural memorial for those creatures we often run over in our road trips, but also as an attempt to reverse the unbalanced relationship we have with the environment. While the cemetery situation symbolically brings the dead animals back to life, the car -a 23 years old black BMW that has done all the way from Zurich to Ljubljana – is probably passing by after the installation.
[More]
Almost the Same by Julia Bardsley. Like the priestess of a sacred society, she initiates us in the secrets of the creation of the world. In the beginning, there was violence. The bodies of the dead animals, the bones and skeletons, the torture instruments, the blood in her mouth: the archetypes of dominance and destruction are permanently present to remain us that the power to kill was in the core of culture even before language. [More]
Además, puedes leer:
Blogeando desde City of Women, Ljubljana.
Eslovenia, la princesita de los Balcanes.
Y ver las fotos en mi Flickr.
Vuelo mañana temprano de Berlin a Zagreb (en Croacia) con el pasaporte caducado y la esperanza de que me concedan un permiso especial para viajar hasta la frontera eslovena. “Extensión del pasaporte” creo que lo llaman. En estos casos tener unos dólares en el bolsillo viene bien, es lenguaje burocrático internacional. Pero ya no me da tiempo. Ensayo la cara de pena para los policías croatas.
El título del City of Women este año es genial: simbiosis crudas. En inglés: Raw Symbiosis. Animals, nature, culture. El programa es interdisciplinar y bastante impresionante. Cubre todos los espectros. Bio-arte, bio-poder, bio-política. Investigación genética, políticas mediambientales, ecología. La relación que tenemos con la muerte, los animales y la comida. Globalización, agricultura, propiedad intelectual, patentes sobre la vida… Y en todos los formatos: proyecciones, conferencias, teatro (mucho teatro! y muy experimental!), instalaciones, performances, conciertos (¡muchos conciertos! ¡y muy raros!) y talleres.
Una de las invitadas es la realizadora francesa Isild Le Besco, autora de “Demi-tarif” y “Charly”. De la primera dice Chris Marker: “desde À bout de souffle no había vuelto a tener ese sentimiento de frescura y urgencia, hasta que ví Demi-tarif”. También estarán el colectivo ciberfeminista SubRosa (al que pertence Faith Wilding, también miembro del Critical Art Ensemble) que harán una performance-conferencia sobre genética, y Natalie Jeremijenko, especialista en diseño experimental y aplicación de tecnologías al “cambio social no-violento” (con proyectos que van desde la robótica hasta la agricultura). La artista eslovena Pila Rusjan realiza una “durational performance” en su propia casa. Ella se va y el público se queda, con sus cosas, sus recuerdos, su ausencia. La compañia barcelonesa Conservas presenta Realidades Aumentadas, un hibrido entre la actuación y la conferencia sobre las políticas de propiedad intelectual y la llamada cultura libre. Los vídeos son geniales, seguro que la performance también. Y un montón de cosas más: una colección de ropa inspirada en las plantas carnívoras, una pieza de la super performer y directora de teatro británica Julia Bardsley, una furgoneta con videos que recorre Ljubljana (NomadSpace, comisariado por Crazy Curators) e incluso un taller de masajes para perros (que no me voy a perder, aunque no tengo perro, porque seguro que a grandes rasgos sirve también para humanos). Diez días de festival non-stop en una ciudad que creo que es preciosa.
En cuanto la Coweb esté activa añadiré los RSS (por supuesto todo el blogging en inglés! Uf uf uf!). Para abrir boca, se puede pinchar en las imagenes!
(esto es como asistir de público a una terapia de grupo…).
La frontera entre Alemania del Este y del Oeste (el muro era lo de menos: es lo que aparece con el nº11).
Palacio de la República, 1977.
La discusión ha durado años y el Palacio de la República está siendo destruido ahora. Finalmente se reconstruirá una réplica del Palacio Real (al más puro estilo Disneylandia).
Sobre la destrucción del Palacio de la República: Brokedown_Palast en Google Video.
>> Destrucción del Palacio de la República, 2008.
Esta semana hemos entrado en la que será nuestra casa para los próximos dos meses. En Neukölln, un barrio turco y popular en el sureste (a punto de caramelo para la gentrificación pero parece que hemos llegado un poco antes). Es viejísima y grande, con una decoración muy absurda, me recuerda a mi casa de París. La compartimos con un chico alemán y su hijo de 6 meses pero también con los vecinos que entran y salen como si fuera su casa. Nosotros de la de ellos también (escribo esto en un estudio en la casa de arriba: me han dado un cable de red, una mesa y un silla y no me han hecho ninguna pregunta. Intuyo algún código cultural protestante pero no sé. Yo tampoco hago preguntas. Me encanta su economía del lenguaje).
Cuando decidimos instalarnos Berlin se me había olvidado que desplazar el cuerpo y la vida tiene consecuencias: las cosas más insignificantes se convierten en un mapa de signos desconocidos que no sabes cómo interpretar. Algunas ya te las esperas, como perderte en el metro o que te griten en un idioma que no comprendes (esto está muy bien, yo lo aplicaría como tratamiento obligatorio para prevenir la xenofobia). Otras no. Por ejemplo: enterarte de que puedes encontrar la muerte en un lugar en apariencia tan poco hostil como un carril bicicleta, o comprar crema hidratante pensando que es champú y echartela en el pelo (y descubrir que el suavizante es otro invento de la industria farmaceútica para destruir el planeta) y aprender a ir al super con un diccionario. Total, que se te pone a funcionar la cabeza con la intensidad que la de un niño: en un estado de observación permanente. Esta noche he dormido fatal soñando con los géneros (masculino, femenino, neutro) de las últimas palabras que he aprendido en clase de alemán. No merece la pena buscarle la vuelta de tuerca feminista: es puro random. Una pesadilla.
En Alemania el invierno dura desde septiembre hasta mayo. O mejor: dura de septiembre a noviembre y de abril hasta mayo. Lo que queda en medio (de diciembre a marzo) es innombrable y convierte cada pequeña decisión de movilidad en un acto muy premeditado. Hay que saber a dónde, cómo, para qué, durante cuánto tiempo. Me gusta mucho porque me da una sensación permanente de estar adelantada a mi tiempo. Pero no al estilo de los visionarios, que se adelantan décadas o siglos enteros. No. Yo estoy sólo adelantada unos meses. Como un pájaro migrador que no atiende al calendario sino sólo a la temperatura del aire y la velocidad del viento, a mí se me ha puesto el cuerpo en modo navidad. Como si tener ganas de dormir con calcetines y pensar en comilonas y regalos fuera todo junto. Del tirón he empezado a mirar el precio de los vuelos Berlin-Bilbao en diciembre, a decidir qué prenda extravagante voy a añadir esta vez al guardarropa de mi pobre padre (que como buen vasco sólo se viste de azul marino y gris), a pensar en si voy a repetir la huelga de hambre de los años precedentes (que consiste basicamente en comer lo mismo de siempre y beber muchísimo más, con balances sonados y catastróficos) o voy a innovar con algún método más sofisticado (¿boicotear la sopa de pescado? ¿atarme desnuda al árbol de navidad?). Hablo de ello con mi madre. Pero hija, si todavía estamos en septiembre! Ya ama, pero es que estoy en sintonía con el medioambiente.
(continuará…).
Vigilancia, economía de la atención, imperialismo Google, aplicaciones 2.0, concentración mediática, usos sociales, trabajo gratuito, economía del open source, innovación tecnológica, bio-tecnologia, internet of things, web semántica, entretenimiento online, etc.
Indice
Campo de invierno para redes des/organizadas/bles: Network Cultures Winter Camp
El deporte olímpico del e-waste
Ars Electronica 2008: la Nueva Economía es (sobre todo) Cultural
La Molleindustria. Juegos contra el entretenimiento
Conversación con Paolo Pedercini
Activism Hacking Artivism (AHA)
¿Tienes algo que decir, compartir, criticar?
¿Algún material que aportar?
Puedes sumarte a través de los comentarios
o escribiendome directamente a mariaptqk(arroba)gmail(punto)com.
Themes such as the analysis of Web 2.0 (in economical, social and technological terms), the relationships between artistic activities and digital technologies, and the linguistic and relational deconstruction of “communication” practices are just a few of the core themes of the meeting. The meeting aims to create nets, to enable the sharing of projects and to build new interventions for the future in artistic and technological fields. The ahaCamp therefore exists as a space whereby to discuss and share knowledge, with the objective of learning and sharing practices and knowledge in a free environment without censorship.
By adopting the same strategies of Hackmeetings (http://www.hackmeeting.org), the ahaCamping is organised and managed directly by the participants, who can suggest seminars or projects that they intend to share on the list as well as on the free and open wiki created especially for the occasion: http://isole.ecn.org/aha/camper: a nomadic space that offers further possibilities other than the list in order to share projects, ideas, files, videos, documents, music, etc..
AHA:Activism-Hacking-Artivism is an artistic networking project founded in 2001 by Tatiana Bazzichelli aka T_Bazz. AHA is a networking operation created by diverse subjects and activated by contamination/integration of a multitude of media and events, where the common denominator is hacktivism and artistic and political activism. AHA: Activism-Hacking-Artivism focuses on the activist collectives in Italy and abroad that use media in an independent fashion, through exhibitions, events, and meetings organised by T_Bazz along with other curators that change accordingly.
Lo que sigue es parte de una conversación con Paolo Pedercini, con el que intercambié algunos mails para el artículo sobre La Molleindustria del Mugalari. Esta última pregunta se salía del contexto de la entrevista y no la incluí en el texto final (de hecho, lo más interesante se queda casi siempre fuera…). Dice así:
Paolo >> That’s an interesting issue. I tried to animate this debate for some years in Italy, I was also commissioned to write a book about it and I gave up last year when I was at one third. I’ll try to put it briefly.
IMHO the web 2.0 is the corporate response and the capitalization of the long wave of DIY media. The wave that essentially started from the 70s with the Radical Software magazine and that culminated in the early 00s after the contamination with the punk and hacker countercultures.
As media activist hacktivists we failed to provide decentralized and autonomous platforms that could compete with social networks and user generated content portals. Indymedia never changed since its inception and the best minds within the movements were probably too busy in producing obscure and unfriendly applications for linux.
But overall, if media-activism is just about empowering people and challenging the unidirectional corporate-controlled media, we basically won the battle. If the point is the radical transformation of society becoming the media is just not enough ’cause if you give means of communication to a random person you would probably have (bad) products that reflect the cultural hegemony.
Anyway, I think media activism has been overrated, communication is the easiest, funniest part of activism but it’s certainly not the most important one. I think we should continue to defend and create autonomous spheres of communication but at the same time fight back the connection/informational consumerism. Get more digitally disconnected and more analogically connected. Apply the transformative efforts to the dynamics of material production. I mean food, goods, energy and so on.
McDonald´s videogame
En los últimos tiempos los videojuegos modificados por artistas y el fenómeno del game art han sido objeto de un interés creciente en el mundo del arte. Pero la trayectoria de La Molleindustria se sitúa en un contexto mucho más específico: los movimientos de media-activismo italiano de principios de la presente década y la tradición de crítica de la comunicación desarrollada en ese país desde finales de los setenta. Para La Molleindustria los videojuegos no son sólo una forma de ocio. Son un sector cultural estratégico estrechamente relacionado con la todopoderosa industria del entretenimiento global. Y por tanto, un campo enormemente fértil para cuestionar la dimensión política de la cultura de masas.
“Ya no se puede considerar que los videojuegos son un elemento marginal de la
vida cotidiana. Son una parte integral de la industria cultural global. El
llamado entretenimiento electrónico se está convirtiendo en la forma más
sofisticada de propaganda” dice la web del colectivo.
“Los videojuegos han superado los límites en los que habían estado confinados
durante años. Hoy hay juegos con fines religiosos y juegos bélicos encargados
directamente por el Pentágono para promocionar el ejercito profesional
estadounidense”. Generalmente este tipo de juegos reciben el apelativo de
políticos pero esto no es del todo acertado. Uno de los objetivos de La
Molleindustria es precisamente el de desmontar el mito de la neutralidad del
entretenimiento. “Todos los juegos, al ser productos culturales, son
ideológicos. Los llamados videojuegos políticos son sólo juegos que declaran
abiertamente su carácter faccioso para mostrar que todos los juegos lo
son”.
El primer juego de La Molleindustria fue Tamatipico. En él, un híbrido entre Tamagotchi y trabajador flexible es controlado a distancia por el jugador en un círculo vicioso delirante donde la única fuente de alegría proviene de la omnipresente televisión. La precariedad y el trabajo flexible fueron también objeto de Tuboflex, en el que una empresa de recursos humanos suministra empleados temporales a todo el mundo a través de un sistema de tubos, y del aclamado Netparade, manifestación virtual en la que desfilaron los avatares creados por 17.000 participantes. La homofobia y el machismo, dos bestias negras de los videojuegos críticos, también han recibido su parte. En Queer Power el jugador puede adoptar diferentes géneros y condiciones sexuales y gana cuando alcanza un orgasmo o se lo provoca a su compañero/a. Si consigue ambos objetivos a la vez, la puntuación es doble. Y el hilarante Orgasm Simulator ayuda a las mujeres a fingir mejor y engañar a sus parejas. Pero sin duda las piezas más polémicas de La Molleindustria han sido Faith Fighter, que refleja la instrumentalización de las religiones en los conflictos bélicos mundiales (con dos versiones: la original con la cara de Mahoma y la censurada, sin ella), y sobre todo Operation: Pedopriest, una dura crítica de los abusos sexuales de los miembros del clero contra los menores en el que se debe poner en marcha un código de silencio y despistar la atención de los padres y los medios de comunicación. El juego ha sido censurado y puesto en linea de nuevo al menos en tres ocasiones.
Los videojuegos críticos no cuentan con los recursos financieros ni la popularidad de los comerciales. Pero teniendo en cuenta el avance de las nuevas tecnologías -las tareas de programación son cada vez más sencillas, los canales de distribución más eficaces- quizás sea sólo cuestión de tiempo. Suzanne Seggerman, presidenta de Games for Change, lo compara con la evolución de la industria cinematográfica: “Pasó bastante tiempo antes que el cine se dedicara a cuestiones serias. No vimos documentales hasta finales de los años sesenta o principios de los setenta. Así que habrá que esperar para que los juegos serios empiecen a captar la atención popular”.
Seminario “Contrajuegos. Práctica y teoría artística de videojuegos modificados por artistas”
Del 8 al 12 de septiembre 2008. Arteleku, Donostia.
Christo: “Wrapped Reichstag VII” (1995)
El libro gira en torno a una idea: en Berlín ningún elemento urbano -los nombres y trazados de las calles, los edificios, los estilos arquitectónicos o los monumentos- está libre de controversia. Cada uno de ellos refleja diferentes maneras de sentir la historia de Alemania y de proyectarse hacia el futuro. Las ciudades siempre quieren ser representaciones de una identidad y una cultura determinadas pero en el caso alemán ni la identidad ni la cultura son políticamente neutras. Desde la reunificación en 1989 cada decisión sobre si derribar, reconstruir o conservar se ha convertido en un debate social sobre la memoria. La de la Alemania nazi pero también la del Imperio Prusiano, la de la RDA y la reunificada de finales de los noventa.
Se dice que Alemania es “la primera nación posmoderna y la primera sociedad posnacional”. Una sociedad que desconfía de todas las muestras de identidad colectiva, tambien las que del urbanismo y la arquitectura. “A cada paso los alemanes y los berlineses se debaten entre los que desean olvidar y los que insisten en recordar. Las constantes llamadas a la memoria -al silencio y al olvido- hacen que tanto el silencio como el olvido sean imposibles pero también que toda posibilidad de recordar se vuelva muy difícil”.
“The Ghosts of Berlin” tiene elementos criticables. Con su evidente inclinación en favor de los Wessies (los berlineses del oeste) en detrimento de los Ossies (berlineses del este) a veces parece sugerir que todas las formas de totalitarismo fueran iguales, como si la RDA fuera la versión comunista del Tercer Reich. Una idea que, por lo que él mismo cuenta, era típica de la propaganda yankee durante la Guerra Fría y que sigue activa en la mente de muchos alemanes tras la reunificación. A pesar de ello es un magnífico libro para comprender las complejidades, no sólo del urbanismo de Berlín, sino de la historia y la mentalidad alemanas.
“The Ghosts of Berlin. Confronting German History in the Urban Landscape” se puede descargar en PDF en Google Books.