En el esquema se me olvidó dibujar lo más importante: frente a la dicotomía software libre / mujer, me interesa más proponer otra: ética hacker / feminismo. A partir de aquí, planteo la pregunta de si es posible pensar en una ética hacker feminista y, en caso afirmativo, cuáles serían sus características, las más importantes de las cuáles, para mí son: el compromiso con el dominio publico y la idea de procomún; la relación con la comunidad; y la dimensión contra-cultural de la filosofía del software libre y la ética hacker (y digo contra-cultural en todos los sentidos de la palabra).
La reflexión se articula en torno a la idea de conocimiento autorizado: si la historia de la ciencia es (también) la historia de la legitimación de ciertas formas, ciertos canales y ciertos agentes de producción de saberes, me pregunto cómo desde el feminismo podemos proponer -y legitimar- otras formas, otros canales y otros agentes (subversivos, contra-culturales, emancipatorios). Es en definitiva, una reflexión sobre el modo en que se construye el conocimiento hegemónico y la posibilidad de formular tácticas de acción politica feminista en un entorno como el tecno-científico, abiertamente blanco, racionalizante y patriarcal. Frente al conocimiento autorizado, el pensamiento feminista dice: conocimiento situado, un concepto sacado de los escritos de Faith Wilding, que se opone al aislamiento del objeto de estudio y propone ponerlo a dialogar con otros parámetros y niveles de realidad (quién piensa, cómo, dónde, cuándo y para qué).
El esquema no incluye temas obvios como la relación entre género y sociedad del conocimiento o la presencia de mujeres en los equipos de programación. La razón es que me tocaba hablar en tercer lugar, después de dos personas que lo iban a explicar mucho mejor que yo: Carmen Castro, economista, activista del software libre especializada en políticas de género y autora de Sin Género de Dudas; y Miriam Ruiz, desarrolladora de Debian, editora de Barrapunto y asesora en temas relacionados con el software libre del Principado de Asturias. Lo mío puede ser leído como una nota a pie de página a sus presentaciones.
Empecé a trabajar sobre la intersección entre género y tecnología creo que en el año 2004, de modo que este esquema recoge algunas reflexiones que, o bien no había abordado entonces, o bien las he ido tratando de manera desordenada, entre conferencias, artículos, posts y demás. Para completarlo, recomiendo:
El programa de EnRE/Dades, géneros en red y acciones ciberfeministas, que organicé en Barcelona en 2004.
Los materiales del taller de ciberfeminismo que impartí en el Feministaldia 2005 y para Emakumeak en 2006.
El texto “Chúpame el código 2.0” publicado en la revista Zehar en 2007.
El texto “Notes on the Knowledge Economy from Cyberfeminism” , festival City of Woman de Ljubljana 2008.
El post “El deporte olímpico del e-waste” sobre la basura electrónica.
El post “¿Por qué las mujeres son como los pollos y los pollos como las mujeres?” sobre el trabajo de subRosa.
El post “Las políticas del cuerpo cibernético” sobre el trabajo de Beatriz Preciado en “Testo Yonki”.
La recopilación de textos históricos del ciberfeminismo de Mujeres en Red.
Muchas gracias. He empezado a trabajar para desarrollar una “investigación” sobre los temas que se hablaron en el encuentro del otro día en León. Gracias por ampliar la información porque me es muy útil.
Tu intervención fue algo más que una nota al pie de página. Todas fueron muy válidas y profundizasteis lo que el tiempo os dejó. La verdad es que esta ampliación y aclaración hace que la intervención no tenga más que las líneas claras y nuevas propuestas que desarrollar.
Te agradezco tu trabajo y te envío un saludo.
Carmen